Es el concepto básico del que parte la Terapia Cognitivo- Conductual; los pensamientos, las emociones y los comportamientos están interrelacionados y se alteran mutuamente; tanto positiva como negativamente. Por esto se trabaja paralelamente el cambio en pensamiento y conducta.
Al modificar conducta y pensamiento, eventualmente hay modificación en las emociones.
No es posible modificar directamente las emociones porque son reacciones biológicas.
Se busca hacer una reestructuración completa de los pensamientos del paciente. Para esto es necesario e indispensable identificar las diferentes estancias de pensamiento, empezando por los Pensamientos Automáticos Negativos (PAN) que son los más superficiales, pasamos a la identificación de Creencias Interemedias (CI) y de allí a la identificación de las Creencias Centrales (CC).
Toda esta información en la mente se filtra por errores cognitivos, o conocidos también como distorsiones cognitivas. Las cuales se definen como la distorsión de la realidad; formas en las que vemos el mundo que no son ciertas y nos llevan a vivir con poca objetividad.
Buscamos identificar actividades que generen placer inmediato (como los hobbies, ver películas, etc) y usarlas como estrategias de afrontamiento nuevas para el malestar.
Adicionalmente se usa la actividad física (de cualquier tipo) como ayuda y soporte a generar bienestar y placer en la rutina del día a día cuando hacemos ejercicio físico.
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